miércoles, 13 de abril de 2016

El futuro

El futuro
Contra la melancolía

"Te llaman porvenir
porque no vienes nunca"
Ángel González


I

El futuro no existe.
Lo he pensado muchas veces.
El futuro es solo una región imaginaria
del presente. O un malentendido.
Un cruce que encierra
la posibilidad
del definitivo,
del desvío correcto en la autovía
que nos lleve al destino
cuando ya habíamos abandonado
toda esperanza
de encontrarlo.

El futuro no existe.
Es apenas
el pliegue
de un instante.

II

El futuro eres tú
cuando te miro mirar y pienso
que yo quiero volver a mirar de esa manera
y me doy cuenta de pronto
de que es precisamente así como te miro.

El futuro está encerrado
en este cielo azul.
Es todo germen y promesa.
Porque de pronto la densidad
de los objetos
no viene de otras vidas,
no es inventario de ruinas ni de ausencias
sino que se desborda de futuro,
y yo me equivoqué
cuando interpretaba
leyendo pasados
y creía
que así los agotaba.

El futuro no existe. El futuro es una parte del presente.
Está por ejemplo en una alerta del teléfono
inesperada
a fuerza de esperarla.
Está en palabras como despertar,
como en una hora
concreta que aún no ha sido
pero siento que será
y que estará llena de ti.
El futuro no existe.
Es tan solo una promesa confusa
del presente.

Pero ahora reconozco
esta profunda rebeldía
otra vez. Y lo sé,
de pronto.
Simplemente lo sé
con tanta claridad
que podría gritarlo.

Esa rebeldía es la materia del futuro.
Esa voluntad de no mirar
pasar las horas, de no ver qué trae el tiempo
como quien mira las nubes
para ver si amenaza la tormenta.

El futuro es mirarte mirar las cosas
y volver a descubrirlas.
El futuro es sentir que el futuro
no existe

               todavía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario